viernes, julio 23, 2004

de mi alegre vida en el Mesón del Bucanero

 
oh sí!
mis compitas cercanos sí que lo saben
pero los otros no tanto

y bueno, como dicen en muchas películas, llega el momento en que tienes que hacer lo que tienes que hacer, y bueno, a veces resulta que era una falsa alarma...

pues bien, ahí estoy yo, tengo ya 21 años y ya no aguanto el peso mugroso de tener que estar de mantenidota con mis pobres pobres padres (y a ellos les parece igualmente pesado, creo)

es que creo que mi generación es extremadamente comodona, mientras que a mi edad mis papás y los de muchos de mis contemporáneos ya llevaban la mitad de su vida trabajando, ya estaban casados y tenían diez o doce hijos, yo estoy apenas estudiando y no tengo nada construido todavía... que problema

pues bueno ese es el contexto

la cosa es que hay una bronca bien gacha en mi casa, y yo agarré una maleta antigua llena de ropa  (por desgracia estaba sucia, que poco apropiado), mi cámara, mis discos bienamados, y 1,000 pesotes que tenía porque le había vendido una tarea a Elsa Elsa... y parto en un camión hacia el centro donde empiezo a buscar un cuarto baratón...

pos no lo hallé, así que fui a un hotel donde cobraban 120 pesos la noche, el maravilloso Mesón del Bucanero... bienbienbien, me alcanzaba, lo pago y dejo mis cositas (no mi cámara, un lugar con ese precio no es muy confiable), y me voy a buscar trabajo............. aaah! pues la cosa es que no encontré, ya que

pero el mesón era realmente memorable, es un hotel todo setentero y surreal, naranja y de tres pisos, con un patio central, pero techado, no hay baños en los cuartos y se tiene que salir en toallita a bañarse en una de las regaderas que se comparten con unos cuantos viejitos que ya viven ahí definitivamente, pero hay siempre una batita de tela bien chafa, blanca o púrpura, colgadita en la pared para cuando se salga del baño. Cuando la movía, salía una cucarachita de abajo y se iba corriendo, pero luego regresaba a su lugar... la marca del garrafón de agua era irreconocible, creo que se llamaba "sirena", así que está de más decir que no la probé, suficientes eran mis problemas como para buscarme un cólera o algo por el estilo

había una fuente en el centro del patio, con azulejitos azules y los peces dorados más gordos que he visto en mi vida... no había más que jabón lirio y yo no traía champú, por lo que tuve el cabello opaco y tieso por unos días

oh, sí, todo eso fue suficiente para que me mantuviera contenta por unos días... hasta que se me acabó el dinero... chales