Le declaro mi amor al viejo amigo: CTRL+Z

yeah beibe

Pero qué sería de mí sin algo tan útil como el CTRL+Z???

Cuántos trabajos, cuántas ediciones de video, cuántos diseños no habrían caído víctimas de mis humanos (demasiado humanos) errores si no fuera porque simplemente se aprietan dos botones y se puede dar un paso atrás… cómo si se pudiese regresar el tiempo… oh oh, gracias al cielo por una segunda oportunidad…

Pero ya en repetidas ocasiones me he encontrado en momentos de mi vida donde me gustaría pulsar esos botoncitos y que todo pudiera ir un paso atrás… sólo un pasito… a veces por un solo minimomento de estupidez, de insensatez, o de simple (pero no menos estúpida) distracción, se echan a perder cosas que había costado mucho conseguir… como cuando, sin querer, se le dice algo bien gacho a un amigo, o bien, que te gusta teniendo la esperanza de que te diga “oh, que bien que lo mencionas porque tú también me gustas a mí” pero se queda con rostro impávido y sin volver a decir una palabra (WAAAAAHHH!!!!! ESO ES DE LO MÁS HORRENDO!!!), cof cof… es sólo un caso hipotético, no quiero decir que yo lo haya hecho…


lo reitero... cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, esto es sólo un ejemplo


No es que me considere una de esas personas que no saben tomar la responsabilidad de sus actos, pero espero que Dios (y a los científicos japoneses) inventen algún CTRL+Z que podamos aplicar a nuestra vida cotidiana para que esa alegre segunda oportunidad pueda salir del mundo virtual y arreglar unas cuantas de mis incuantificables metidas de pata


aquí un par de dieciseisañeros tratando de dar marcha atrás después de haberse dejado llevar por su ímpetu hormonal adolescente