domingo, abril 02, 2006

La fábula de Murter y Mani

La humanidad la humanidad

es como la espalda de un perro gigante

hay pelos largos y cortos y de todos los colores, unos enfermos y retorcidos y otros todos sanitos y campantes... se mueven con el viento o a donde el perro gigante decida llevarlos sin que se den cuenta....

hay millones de millones de millones de ellos


Es por eso que el hecho de que, dentro de este universo de posibilidades, dos pelitos se conozcan y puedan llegar a quererse, resulta un milagro... o una calamidad, según sea el caso....


Así, dentro de este universo se conocieron Murter y Mani y su amor fue épico e irrepetible, intergaláctico, inolvidable, poderoso, kármico, inmortal!!!

... sobrenatural incluso...



... sobrenatural...




sin embargo, un mal día, Murter jugaba al papalote enmedio de una tormenta....

y atrajo hacia ellos la desgracia....


Al despertar no podían reconocerse... ni el un al otro, ni a ellos mismos...







Dejar de ser quien se era parece una buena causal de divorcio, pues es algo difícil de tolerar, Mani quería al viejo Murter de vuelta, pero este se había muerto el día de la tormenta...

Mani decidió dejar de pelear sola por un caso perdido y se sentó por muchos meses a pensar y a recordar...



Tal vez Mani veía muchas telenovelas porque esperaba que Murter raptara un camión musical y le cantara desde la calle que volviera con él, o que se trepara por la ventana para decirle que la quería....




Tal vez Mani veía muchas películas porque esperaba que Murter viniera en un taxi robado a las cuatro de la mañana y timbrara en su casa para decirle que aún podían intentar arreglarse... o llegara todo borracho acompañado del mariachi más chafa del mundo para cantarle canciones que la hicieran darse cuenta de que en verdad la quería y la extrañaba (en todos los idiomas)....



... tal vez Mani veía con demasiada emoción las relaciones de las otras personas, porque esperaba que Murter hiciera CUALQUIER COSA... cualquiera...





Mani se puso su abrigo y decidió investigar qué situaciones extraordinarias habían detenido a Murter para ir a recuperarla...




tal vez estaba enfermo... tal vez estaba en coma... algo grave tenía que haber ocurrido



y lo que hizo fue encontrarse con el nuevo Murter... que, quién sabe? tal vez había sido así todo el tiempo... es probable que la tormenta sólo los ayudó a verse con mayor claridad....





Mani cayó en cuenta de algo...

el amor épico e irrepetible, intergaláctico, inolvidable, poderoso, kármico, inmortal e incluso sobrenatural lo había vivido ella sola...

lo había sentido...

ella sola....






En realidad el amor de Murter había sido tan flojo, tibio, fláccido y guango como el butt hole de un hámster que acaba de hacer una caca del tamaño de un camión escolar...



... y descubrirlo fue terrible para Mani, pues ella siempre ha amado con violencia y frenesí... y toda su vida ha tenido la esperanza de que alguien en el mundo la ame de la misma manera...


Mani siempre ha buscado maneras de evadir el mundo real...

ahora compondrá canciones con los sonidos que le da la calle cuando camina en ella...




sin embargo buscará como temas a tratar, asuntos más grandes, más importantes y más especiales que la historia de amor que tuvo con Murter...

las gomas de las agujetas, por ejemplo...